Una de las primeras noches que pasamos en Kioto sucedió algo curioso. Íbamos paseando ya hacia el hotel cuando empezamos a oír música de verbena, pero de verbena española. Fuimos en dirección a la música y nos encontramos con un esto.
Resulta que habíamos encontrado una fiesta. Era una fiesta organizada por varios colegios. Tenían un escenario con actuaciones, donde parecía que eran los padres y profesores los que actuaban. También había actividades para los chavales, los cuales andaban por allí correteando y mirándonos raro. Algo nos decían pero ni idea de que era, ya sabéis como son los niños. Lo más chulo es que alrededor del escenario había un montón de puestos, de juegos y comidas. La gente allí sentada al rededor tomándose unas cervezas. Era una estampa bastante idílica.
Para ser los primeros días que estábamos en Japón fue una experiencia bonita, la gente fue muy amable. Me recordó a las fiestas que se hacían en mi colegio. Estas son las cosas por las que vuelvo a Japón. Guardo un gran recuerdo de esa noche.
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