Los viernes por la tarde no tengo que trabajar. Casualmente este viernes trabajaba en la ciudad y no tenia que ir a la oficina. No me venia nada mal ya que casualmente tenia clase de japonés. Con el japonés en la mente decidí ir a comer a un restaurante asiático especializado en comida japonesa, un buen plato de sushi moriwase me metería más en el papel. Una vez he comido (siento no tener fotos, cuando es cuestión de comer siempre se me olvida) solo me quedan dos horas y media para la clase.
Estoy en una de las partes mas bonitas de la ciudad y hace sol.
Como dentro de casi un mes iré a Japón y no quiero que me den una paliza caminado (si ,va por ti), así que me decido por dar un largo paseo, tengo tiempo de sobra y desde hace mucho mucho tiempo no hacia tan buen tiempo.
Según bajo las escaleras me lamento de no haber traído la cámara de fotos, pero me acuerdo de aquella chica que hacia grandes fotos con su móvil. Con el móvil en la mano y pinta de turista aprovecho el paseo para hacer alguna foto.
Sigo mi paseo hasta que paso por un pequeño parque, con bancos y gente disfrutando de la luz de sol.
No he andado mucho (más bien poco), pero dan envidia los que están disfrutando del sol así que me siento en un banco. Después de estar un rato pensando en mis cosas (el viaje a Japón, los blogs, lo malo que soy con los idiomas, que raro me ha mirado ese que ha pasado), me saco mi cuaderno-resumen de japonés y me pongo a estudiar.
El tiempo va pasando y me dan remordimientos que lo breve que ha sido mi paseo/entrenamiento. Todavía queda un buen rato hasta la clase y sol ya no me deja seguir en el banco.
La verdad que hacia bastante tiempo que no hacia tan buen tiempo.
Se que no he andado mucho, pero comparado con otros días ya es algo.
Va siendo hora de ir pensando en coger camino a las clases. En metro llegaré pronto.
Por el camino me pongo algo de música en japonés, a ver si así voy haciendo algo de oído, no es plan que me sigan trayendo sopa cuando lo que quiero es agua.
Pronto llego cerca de donde tengo las clases, pero es muy pronto. Todavía tengo la oportunidad de otro paseo. (Paseo, no salgo a correr ni nada, no seas muy dura domingo cuando no pueda caminar más).
La clase ha terminado. El día se me ha hecho muy largo y llevo más trabajo de lo habitual de japonés. He quedado para cenar. El restaurante italiano ha estado bien. Me he ganado el bizcocho de corazón de chocolate y el helado de vainilla. No es un tabehoudai, pero ya llegara ese día.
Prometo que a partir del lunes me aplicare más con el idioma (todos los días escribiré kanjis y estudiare un poco) y comenzare mi “entrenamiento andarín” para no agotarme por Tokio.